«Imagina los lejanas que se quedaron tus críticas.
Tengo que atenderme, es mucho más importante.
Tengo que sanar el odio que llena mi instante.
Tengo que acabar contigo, pesas demasiado,
tengo que hacer mis recados, tengo que hacerme regalos.
Tengo que querer pero es que enterré mis fuerzas,
tengo que escapar de mis inercias.
Quiero que me ayuden sin pedir ayuda,
estoy haciendo avances:
me trabajo concienzudamente,
me voy dando el chance.»
Mi Caja De Los Truenos ~ ZPU
Cuando incluso pierdes la capacidad para expresarte, por todas aquellas veces que lo has intentado y realmente no has podido.
El nudo en la garganta ha crecido como si se tratase de algún ser maligno que germina. Empieza a trepar por las paredes de tu glotis y te hace sentirte cada vez más inútil. Por un instante, parece que va a convertirse en alguna especie de monstruo que va a conseguir gobernarte del todo. Nadie sabe cómo ha llegado a instalarse ahí, y tampoco sabe nadie cómo sacarlo. Todos los intentos de ayuda caen en saco roto, porque parece que nadie le da demasiada importancia a algo que ronda tu cabeza durante días, y días y días. Eres incapaz de saber por qué está ahí y, entonces, te vuelves loca intentando encontrar la manera de detectarle y sacarle de ahí.
Terminas rodeada. Ahogada entre tus propios pensamientos, entre tus propias pesquisas, entre todo contra lo que luchas todos los días; y quieres abandonar la lucha. Te sobrepasa, acaba con tus fuerzas y con tu energía y, un día más, necesitas meterte debajo de un montón de sábanas para poder luchar.
Nadie te está ayudando. E incluso aquellas personas que parecían estar teniendo algo de interés en hacerlo, sencillamente, desaparecen.
Te ves sola, rodeada de un montón de fantasmas contra los que no puedes combatir. Y acto seguido, recurres a lo mismo de siempre: te auto-lesionas, tomas tantas pastillas como puedes, tratas de llorar aunque no puedas; y todo siempre es un horrible círculo vicioso del que, por más que suceda, no puedes escapar. Todo el mundo es alguien menos tú, porque tienes una enfermedad que te incapacita, y que hace que no puedas comportarte como una más.
Pasan las horas, sientes que estás perdiendo el tiempo. Ha transcurrido una hora más y sigo sin hacer nada, parada frente a la pantalla del ordenador, que reclama con ansias que no abra más pestañas de otras páginas web que no tienen nada que ver con lo que debería estar haciendo. Cualquier tema parece más interesante que mis apuntes. Páginas y páginas, y más páginas que me dicen cómo funciona ésto, cómo debe tratarse aquello, o difíciles párrafos donde explican cosas muy contrastadas científicamente, pero que poco o nada despiertan mi interés.
¿No pueden despertar mi interés de verdad, o solamente es que estoy tan bloqueada que soy incapaz de poder interesarme por algo más allá de algo que sea distraerme? ¿Por qué cada vez que leo dos frases de un manual, mi mente parece agitarse, la ansiedad se agolpa en mi pecho, y las manos me empiezan a sudar? Está claro, tengo aversión a estudiar. Pero ¿tengo aversión realmente a estudiar, tengo aversión a mi Universidad, o tengo aversión hacia lo que estoy estudiando?
Lo intento todas las veces que puedo. Y hay algo dentro de mi cabeza que me susurra al oído a cada instante que no es suficiente. Lo sé, podría esforzarme muchísimo más si quisiera. Pero no puedo. ¿Será algún tipo de trastorno? ¿Tendré déficit de atención? Quiero ponerle un nombre a lo que me sucede. ¿Por qué tengo que ponerle un nombre a lo que me sucede? Cierro los ojos y ahí está la oscuridad?
¿Nadie piensa ayudarme?
No podemos ayudarte.
Me astillo leyendo en todas partes que debemos prestar ayuda a las personas que la necesitan. Por todas partes hay blogs y redes sociales haciendo campañas en contra del suicidio, campañas preventivas para la depresión, campañas de inclusividad para los enfermos mentales. Todo el mundo parece tenerlo bastante interiorizado; ¿por qué me siento sola? ¿Nadie va a ayudarme? Antes, solía tener la confianza suficiente con alguien para descolgar el teléfono y hablar, o para llamar a mamá y a papá y contarles que hay algo por dentro de mí que me quiere matar. Ahora no parece importarles a nadie. ¿Por qué? ¿Qué es lo que ha cambiado? ¿Será que ya se han acostumbrado a vivir con ésto? ¿Es algún tipo de error en la transmisión de mis problemas?
Es por primera vez en mucho tiempo que quiero apagar el móvil y no saber nada de nadie nunca jamás. Es por primera vez en mucho tiempo que la idea de morir se torna apacible y deliciosa en mi mente; tentadora, se pasea, me recuerda que está ahí como una alternativa fiable si las cosas van demasiado mal como para soportarlas.
La vida está volviéndose insostenible realmente y los motivos por los que permanecer respirando se me apartan de las manos. Nadie va a ayudarme. Porque ni siquiera yo puedo ayudarme a mí misma. Una vez más en mi historia, todo lo que puedo pensar es que necesito morirme. Necesito librarme de la pesada carga de vivir.
Es la vía fácil.
Miro alrededor y realmente me apena no poder encontrar a nadie que me ayude. La pila de apuntes se acumula en mi escritorio recordándome que debería estar prestándoles atención a ellos en lugar de estar escribiendo lo muy mal que me siento aquí. Me había propuesto a mí misma ser fuerte y sprintar hasta los parciales, pero es demasiado difícil.
Me culpo a mí misma.
Por poner piedras en mi camino, por no saber dilucidar cuál es la mejor opción ahora mismo, porque debería ser una persona normal y no estar dándoles quebraderos de cabeza a mis familiares que tanto han invertido en mí. Nuevamente, el fácil escape de ir a por las cuchillas para cortarme aparece continuamente por mi mente. No, debo ser fuerte. No voy a poder conseguirlo, y otra vez me castigo por pensar tanto en la palabra no.
Me vuelvo a culpar a mí misma, y todo redunda en lo mismo: en mi indefensión.
Me siento como si estuviese nadando en un tanque de medusas. Cada vez que trato de escapar, una de ellas lanza uno de sus tentáculos contra mí. Su picadura es tan venenosa que me deja paralizada, sin saber qué hacer. Sólo puedo lamentarme en silencio de que me duele, mientras las demás se preparan para el ataque de nuevo. Es doloroso, pero cada vez que se lo digo a alguien, solamente me dan ánimos. ¿Qué pueden hacer ellos? El tiempo no vuelve y es uno de mis mayores pesares.
Desde que vivo aquí, todo es una pesadilla. La mente viaja hacia aquí y hacia allí, las crisis son demasiado intensas como para poder soportarlas.
Y por vez primera, siento que me encuentro completamente sola y desnuda.
Por primera vez, no tengo a nadie a quien seguir.
Y lejos de liberarme, lo que ha hecho es enjaularme.
Hello from the other side
I must have called a thousand times
To tell you I'm sorry for everything that I've done
But when I call you never seem to be home
~
No hay comentarios:
Publicar un comentario