domingo, 15 de abril de 2018

¿Sufre más aquél que espera siempre que aquél que nunca esperó a nadie?

«Ojalá coincidamos en otras vidas, ya no tan tercos, ya no tan jóvenes, ya no tan ciegos ni testarudos, ya sin razones sino pasiones, ya sin orgullo ni pretensiones.» (Charles Bukowski)


Habitualmente se define la fobia como un miedo irracional. Aquel que no tiene explicación. Aquel cuyo origen aún es desconocido.

Después de padecer mucho tiempo las fobias en mi cuerpo, ha empezado a parecerme una palabra horrible.


No podría decir que los días son malos, pero sí podría describirlos como completamente vacíos. Ese sentimiento de notar que nada te llena, que nada te hace querer mejorar, que no hay nada por lo que verdaderamente desees luchar. El sentirte sola pese a estar en una casa rodeada de gente; el sentir que, por muchas veces que expliques lo que sucede y pidas ayuda, nadie puede ayudarte. Supongo que lo más grave de éste asunto redunda en que la gente no puede ayudarme de ninguna manera, y esto quizás sea porque carezco de la habilidad para expresarme correctamente. Me apenaría que la gente empezase a darse cuenta de todo ésto cuando ya sea demasiado tarde como para arrepentirse, cuando las cosas estén tan mal que ni yo misma sea capaz de expresar qué pasa.

Un momento.

Creo que éso es justamente lo que está sucediendo ahora mismo, ¿no?


Siento que las palabras carecen de significado. Siento que, por mucho que trate de expresar cómo me siento por dentro, al final estaré diciendo nada. Palabras vacías. Que se las lleva el viento, que nadie recoge o simplemente que no están cargadas del significado suficiente. Pienso que la gente se está acostumbrando a verme los cortes en los brazos, la mirada llena de tristeza o el expresar cientos de veces que deseo morir numerosas veces al día.

Supongo que éso es lo que habrá hecho que deje de ser importante el hecho de que una persona diga lo mucho que le apetece morir.

¿Por qué nunca nos damos cuenta de la gravedad de la situación hasta que es demasiado tarde para arreglarlo? ¿Por qué nunca valoramos realmente las cosas cuando debemos valorarlas? Desgraciadamente en éste saco debo incluirme, pues soy la primera que comete ésos pecados. Demasiado obcecada en mis problemas como para darme cuenta de que no estoy sola. De que no soy inmarescible. De que hay mucha gente a mi alrededor que también sufre, de una manera u otra.

Pero es que veo que, por mucho que trate de intentar ayudarles, no voy a poder hacer nada por ello. Siento la impotencia en mis carnes, el peso de verles sufrir y no poder sosegarles de alguna manera. Mi presencia, en cierta manera, tampoco es tranquilizadora. ¿Qué puedo hacer? Siento que nadie confía en mí, y no les culpo, yo tampoco lo hago.


No sé hasta qué punto puedo seguir echándole de menos. Ya apenas conseguía acordarme de lo muy difícil que es tener a la persona que amas lejos de ti. El dormir por las noches y no tener su cuerpo para acurrucarte o, simplemente, cuando sus brazos están tan lejos que ya no pueden ser utilizados para el refugio. El murmullo cálido por las mañanas, el café que ya no es tan sólo, las sonrisa tonta que se te dobla en la cara cuando le ves agachar la cabeza y todo lo que hay dentro de ti es un sentimiento... muy parecido al que sucede cuando te da un abrazo. Nunca me habían gustado los abrazos hasta que me rodearon los suyos. La mejor medicina.

Pero ahora se ha convertido en un gran peso. En éso que me hace estar sola por las noches. En éso que me hace sentirle distante en ocasiones, cuando siento que no tiene tiempo para mí. Al mismo tiempo, sin poder evitarlo, siento la culpabilidad en mis hombros, por hacerme creer a mí misma que una persona ha de estar siempre dedicada a otra. Hace muchos años me hice comprobar que ésto no era así. Y nadie sabe cuánto me alegro de que mi relación, ahora, no se base en la posesión.

Le quiero. Pero desconozco si ésto es suficiente. Amar cuando se está lejos es realmente duro.


No han cambiado demasiado las cosas. Relativos problemas que califico continuamente de nimios para poder seguir caminando un día más.

Y una enorme necesidad de dormir a su lado para que los latidos de mi corazón dejen de acelerarse.

(Amo su sencillez.)



It's dangerous
To fall in love, but I
Wanna burn with you tonight
Hurt me
There's two of us
We're certain with desire
The pleasure's pain and fire
Burn me
~

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