La ceguera también es esto, vivir en un mundo donde se ha acabado la esperanza.

«Tengo confianza. Vivo más tranquilo, camino por mis días con menos recio. Pero no olvido que la vida y todas sus grandes cosas son eternas y momentáneas, y que de pronto, en un instante, podemos quedarnos ciegos en medio de la luz, muertos en medio de la vida, solos en medio del amor.» (Pedro Salinas.)

No. Definitivamente, él no me entiende.

(Bueno. Ni él. Ni nadie.)

Me pregunto de quién será realmente la culpa; si mía, por haberme dado por vencida tantas veces después de intentar expresar lo que siento y que nadie me comprenda o quiera empatizar un poco, o de las demás personas, que realmente siento que piensan que estoy inventándomelo todo o tratando de llamar la atención. Pero es que nadie sabe lo muchísimo que se sufre viviendo este Infierno día tras día. A veces tengo ganas de presionarme tan intensamente la cabeza que acabe por sacar todo lo que hay dentro. A veces tengo ganas de volver a acabar con todo. Lo único que me impide hacerlo es saber que mi pérdida les haría daño a demasiadas personas.

Me paso el día sonriendo y tratando de fingir que soy ésa persona alegre y sonriente que tiene una solución para cada problema y a quien alguien puede acudir si necesita cualquier cosa en cualquier momento, pero lo cierto es que por dentro estoy más que podrida. Ya apenas soy capaz de comenzar una serie, de mantenerme estudiando o siquiera de permanecer a solas un rato con mis propios pensamientos. No, soy incapaz de escuchar los ataques que tiene que decirme mi cabeza. Contrólalos, me lo dicen una y otra vez. Pero ¿y si no puedo?

¿Y si ahora, lo que antes eran susurros, se han convertido en gritos? Tengo miedo de ser víctima de nuevo de un ataque de pánico. Es lo que más miedo me da en el mundo.

Milagrosamente, hoy he sido capaz de llorar gracias a una canción. Parecía que hacía mucho tiempo que las lágrimas estaban tratando de salir, acumuladas en mi cuerpo. Inevitablemente, han salido delante de él e, inevitablemente también, ha perdido los estribos. Sé que no soporta que llore, pero tenía demasiadas ganas como para camuflarme. Nunca he querido contagiar mis malos sentimientos hacia nadie, pero se me hace especialmente difícil si estoy acompañada en determinados momentos, especialmente cuando estoy estudiando. Se me hace demasiado complicado mirar hacia el futuro, saber qué es lo que quiero conmigo misma, poder seguir caminando entre la penumbra. Recuerdo tener pequeños momentos de lucidez en los que sí que podía con todo lo que me propusiera, pero generalmente enseguida se apagan. Y me da rabia, y no lo puedo controlar.

Dos entradas de blog escritas en menos de una hora. Debo de estar afectada.

I've been running through the jungle

I've been running with the wolves

To get to you, to get to you

I've been down the darkest alleys

Saw the dark side of the moon

To get to you, to get to you

I've looked for love in every stranger

Took too much to ease the anger

All for you, yeah, all for you

~